En Julio, el espacio de producción y difusión de arte, que lleva adelante con Constanza Piaggio en el 20ème de Paris, Maria Ibáñez Lago repasa las diferentes flores y plantas que aparecen en sus trabajos. El bordado se funde con el fondo, hay algo alegre que resiste. A partir de listas rojas, que son listas de especies vegetales y animales en vías de extinción en Francia, realiza estandartes. Sobre la tela impresa, el bordado funciona como detenimiento y diálogo, un intercambio con el afuera – dice. Es una manera de hacerlas visibles, preguntarse por ellas y registrar su falta.
Se da cuenta que el interés en las formas de la naturaleza comenzó hace bastante tiempo, en diferentes trabajos. Antes, con negativos trenzados que contenían historias en cada fotograma, a partir de formas geométricas preestablecidas poder crear otras. Los cuentos, las leyendas, la tradición oral también integran estos procesos de creación, como intentar inventar aquello que nos es dado. Y confrontar la realidad de la desaparición imaginando nuevas formas de vida.